10.07.2016

Halloween



Octubre, para mí, se reduce a Halloween. Es una celebración que me emociona muchísimo más que Navidad o incluso mi propio cumpleaños. Desde chica, adoré las decoraciones típicas, los cuentos de terror y disfrazarme para salir a pedir caramelos (cosa que sigo haciendo hoy en día, aprovechando a mi hermano menor y sobrinos chicos). Halloween tiene un algo especial que me llama y siempre me llamó, y por eso hoy decidí traerles un poco de historia, sobre los orígenes y las tradiciones de este día.




Los orígenes de Halloween se remontan al festival Celta Samhain. El 1° de Noviembre, marcaba el fin del verano y las cosechas, y el principio de los días fríos y oscuros del invierno en el hemisferio Norte, una estación que se asociaba con la muerte. Los celtas creían que la noche anterior, el mundo de los muertos se mezclaba con el de los vivos y por eso en la noche del 31 de Octubre, celebraban el retorno de los fantasmas a la tierra. Los druidas armaban fogatas sagradas, donde la gente se reunía a quemar algo de lo que habían cosechado, como sacrificios a las deidades. Durante estos eventos, solían disfrazarse usando las cabezas y pieles de animales que habían cazado, para alejar a los fantasmas que podían estar acechando.


Para el siglo IX, la influencia de la iglesia Cristiana llegó a las tierras Celtas, donde gradualmente se mezcló con su cultura y reemplazó los antiguos rituales. La iglesia marcó el 2 de Noviembre como el “Día de todos los Santos”, para celebrar a los muertos. Esta celebración también se llamó “All-hallowmas” y la noche anterior, la noche tradicional del Samhain, se le llamó “All Hallows Eve”, que eventualmente se transformó en Halloween.



En el nuevo continente las costumbres de distintos grupos europeos se entrelazaron con las de los antiguos nativos Americanos y una nueva versión de Halloween surgió. Las primeras celebraciones incluían fiestas públicas donde la gente se juntaba a celebrar las cosechas, mientras los vecinos compartían historias de fantasmas, bailaban, hacían lecturas de fortuna y, de a poco, se empezaron a realizar travesuras de varios tipos. Tomando tradiciones Inglesas e Irlandesas, la gente empezó a ir de casa en casa, pidiendo por comida o dinero, una práctica que se transformó en el “Dulce o truco” que conocemos hoy en día. Además, conservaron la tradición de disfrazarse para evitar ser reconocidos por los espíritus que habían vuelto al mundo de los vivos por esa noche.


Al día de hoy la fiesta de Halloween se globalizó y participan de ella niños y adultos en un montón de países que adoptaron la tradición. Existe una industria gigante de disfraces y dulces, que produce casi que exclusivamente para esta fecha. Se hacen fiestas que duran toda la noche. Los canales en la televisión programan maratones de películas de terror y suspenso, incluso los dibujos animados para los más pequeños, realizan episodios especiales temáticos.

Aunque en algunas partes de Irlanda se sigue celebrando el Samhain como lo hacían, el Halloween como lo celebramos nosotros, por más distinto que parezca, mantiene un montón de las tradiciones que lo siguieron a través de los años.


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