9.14.2016

Cuidados del pelo teñido


A los 13 años me hice claritos un par de veces. A los 15 me teñí de negro, aunque no hubiera mucha diferencia con mi color natural. A los 16 me hice mechas de colores fantasía por primera vez y, desde entonces, fue un viaje de ida. En los últimos 9 años tuve el pelo de todos los colores y combinaciones de colores imaginables.

La realidad es que la tintura, es un proceso químico que puede desgastar rápidamente las fibras del cabello. Las tintas se lavan con el tiempo y hay que re-aplicarlas cada tanto. Si, además, tenemos que decolorar previamente, no es difícil terminar con el pelo reseco y refrito si no se cuida debidamente.

 
Primero, es importante recordar que no todas las tintas se mantienen de la misma manera. Las tintas de colores fantasía, comparadas con las comunes, duran menos tiempo. Las tintas sin amoníaco suelen lavarse más rápido. Además, por su composición molecular, cada color se comporta distinto una vez aplicado. En mi experiencia, los verdes y azules, se lavan rápido, mientras los rojos intensos se desgastan, pero son imposibles de sacar (pero, he leído que no a todos les sucede igual).

*2008: mechas violetas; 2009: degradé rojo a naranja; 2009: violeta y rojo*

Cuidados post-tinta
1. Esperar por lo menos dos días después de la coloración, antes de volver a lavarse el pelo. Si puedes esperar más, sin que el pelo se vea sucio o feo, mejor. La idea es darle a la tinta el tiempo suficiente para que quede, aumentando su duración.
2. Lavar con shampoo con menor frecuencia. Para evitar que el shampoo barra el color, hay que lavar el pelo con menos frecuencia de lo que harías normalmente. Dos o tres veces por semana está bien, con un día de por medio.
3. Evitar el agua muy caliente. Cuando estés lavando tu cabello, lo mejor es usar agua tibia. El agua caliente abre los poros del cabello, haciendo que las moléculas de la tinta se salgan y, consecuentemente, lavando el color más rápido.
4. Siempre acondicionar el pelo después de usar shampoo. Usar acondicionador hace que el color tenga más brillo y se vea más parejo. Incluso si tienes cabello fino, aplicarlo en las puntas, que suele ser la parte más dañada.
5. Usar siempre shampoo y acondicionador para cabellos teñidos o tratados químicamente.
6. Aplicar el menor calor posible. El cabello teñido es más susceptible a dañarse y resecarse, por lo que es necesario evitar aplicarle mucho calor directamente. Si usás un secador, que sea en la temperatura más baja que te permita. Si llegás a usar planchitas o rizadores, es muy importante aplicar un producto de protección al calor, para evitar que se reseque.

*2011: rojo cobrizo: 2011: verde y azul; 2012: fucsia y violeta*

Mantenimiento para un cabello saludable.
1. No teñir el cabello muy frecuentemente. Es necesario darle un respiro al pelo para que se recupere del tratamiento. Una tintura completa no debería realizarse más de una vez cada mes y medio, más o menos. Hay productos que ayudan a realzar el color y disimular las raíces a medida que se va lavando, sin exponer el cabello a químicos fuertes.
2. Cuidar el cabello previo a la nueva decoloración y/o tinte. Durante el par de semanas previo a la nueva coloración, es importante hidratar y fortalecer el cabello con acondicionadores, baños de crema o mascarillas. De esta forma evitamos el daño excesivo, mientras lo revitaliza.
3. Cortar las puntas. La tintura es un proceso que reseca el cabello y esto se puede ver en las puntas. Cortarlas un poco cada tanto, no solo quita las partes dañadas del cabello, si no que hace que tu corte y color se luzcan mejor.

*2013: mechas arcoiris; 2013: rojo y naranja; 2014: violeta y fucsia*

Mascarillas.
Para ayudar a mantener el cabello teñido, es recomendable usar una mascarilla que ayude a hidratarlo y revitalizarlo. Hay un montón de mascarillas caseras que puedes usar y se recomienda aplicar una, no más de una vez por semana.

Aceite de oliva y aceite de coco.
Esta mascarilla es liviana, por lo que es ideal para el cabello fino. El aceite de coco hace maravillas con el cabello dañado, porque su composición de grasas y ácido penetra la fibra muchísimo mejor que otros aceites. Además, ayuda al tratamiento contra la caspa, la resequedad del cuero capilar y es un agente anti-hongos natural.
1) Mezclar dos partes de aceite de coco, con una parte de aceite de oliva.
2) Aplicar al cabello, masajeando suavemente para facilitar la absorción del producto. Concentrar mayor cantidad de producto en las zonas del cabello más dañadas.
3) Peinar con cuidado, usando un peine ancho o los dedos.
4) Envolver el cabello con una gorra de baño. Si tenés el pelo largo, atarlo en un moño o colita sin apretarla muy fuerte.
5) Dejarse la mascarilla durante la noche, para ayudar a que los aceites penetren a fondo en las fibras más dañadas.
6) Enjuagar a la mañana siguiente, con agua tibia y lavar el cabello con shampoo y acondicionador suaves.

Yoghurt y miel.
Esta mascarilla es ideal para tratar el cabello reseco y el frizz. El yoghurt, por su contenido de proteínas, ayuda fortalecer el cuero capilar y a revertir los daños causados por los tratamientos químicos. El ácido láctico limpia a fondo, mientras las grasas humectan el cabello. La miel, además de hidratar, está llena de vitaminas que revitalizan las fibras.
1) Mezclar 2 partes de yoghurt, con una parte de miel.
2) Aplicar al cabello, masajeando suavemente para facilitar la absorción del producto, especialmente sobre el cuero capilar.
3) Dejarse la mascarilla entre 20 minutos y media hora.
4) Enjuagar con agua tibia y lavar con shampoo, colocar acondicionador sólo en las puntas.

*2014: rojo; 2015: verde, 2016: pelirroja*


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