6.10.2016

Inspiración: PUNK


Decidí inaugurar el blog con una (muy) breve introducción al punk, porque fue lo que inspiró y ayudó a bautizar este espacio. La realidad es que podría pasar horas hablando sobre esto, fue un movimiento que marcó un antes y un después, haciendo que hoy – 40 años más adelante- podamos seguir encontrando rastros e influencias en distintos ámbitos: en la moda, la música, el arte y la literatura. Pero voy a centrarme en la estética que desarrolló, porque siento que fue su aspecto con el cual lograron cambiar las reglas del juego, usando algo tan simple como su ropa, para transmitir de una forma clarísima su mensaje e inconformismo con la sociedad que los rodeaba.


El Punk nació a mediados de la década del 70 con una fuerte connotación política como reacción a la superficialidad, pretensión y excesos de los años post-guerra, influenciado por la revolución y el anarquismo. Se empezó a ver primero en Inglaterra y Estados Unidos, antes de alcanzar otros países, y sigue siendo relevante para el mundo en el siglo XXI, debido a la ideología que transmitía, su música y, también, la moda que –irónicamente- generó.


Los punks rechazaban el estándar de belleza que estaba impuesto y desafiaron los roles de género. La moda era definitivamente anti-materialista y presentaba un choque comparado con el estilo elaborado y cuidado de la mayoría de las personas. Era deliberadamente desprolija, ofensiva y buscaba incomodar a los miembros más conservadores de la comunidad que los rodeaba.


La mayoría obtenía su ropa en tiendas de segunda mano y las reciclaban, desestructurando las prendas en nuevas formas. Deshilachaban los bordes, les realizaban cortes y unían distintas partes con alfileres de gancho.
Combinaban las prendas de maneras no convencionales, creando un choque entre las texturas, colores y estampados. 


Las mujeres combinaban prendas que eran consideradas delicadas y femeninas, como una pollera de tutú, con camperas de cuero o botas militares. Los hombres también se mostraban desafiantes al vestir ropa ajustada.


El calzado de preferencia eran championes de lona, creepers y botas tipo borcegos. Colgaban cadenas de sus pantalones y también en sus cuellos, como collares, con candados y hojas de afeitar como dijes.


Hacia los años 80, se volvió común entre los punks el uso de remeras y camisas intervenidas con estampados seguros de llamar a atención y ofender, muchas veces mostrando imágenes como esvásticas, cruces invertidas o mensajes políticos (como la –ahora- mundialmente conocida imagen de la reina con el mensaje “God save the Queen” de los Sex Pistols).


Era común que los hombres se maquillaran con un delineado negro y fuerte. Las perforaciones dejaron de ser exclusivas para el sexo femenino y pasaron a ser utilizadas, además, sobre el rostro, en los labios y la nariz. Los tatuajes, visibles y casi-siempre cargando un mensaje, se volvieron populares entre los seguidores del movimiento.


El cabello era deliberadamente cortado, alternando largos, para que pareciera desprolijo. Más adelante se empezaron a ver las crestas, cada vez más altas. También era normal llevar el cabello teñido de colores brillantes.



Sex Pistols

The Slits

The Ramones

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